El Grand Cru Engelberg es conocido como la “colina de los ángeles”, un lugar con un nombre evocador: aireados, elegantes, los vinos de este terruño están impregnados de su naturaleza caliza.

Ocupa una extensión de 14,80 ha con una orientación sur y entre los 250 y 300 metros sobre el nivel del mar. La naturaleza extremadamente calcárea del subsuelo confiere a los vinos una acidez fina y elegante, mientras que las grietas de la roca madre, al permitir que las raíces desciendan profundamente, confieren a los vinos su carácter mineral.

A nivel aromático, este terruño permite engrandecer la variedad de uva. Riesling y Gewurztraminer producen vinos finos, elegantes, salados, sencillos y sin austeridad. A medida que envejece, el poder mineral del terruño va creciendo pero siempre manteniendo una gran finura.

Los vinos elaborados con Riesling son muy particulares y auténticos. El Riesling resulta salivante, saciante, fácil de beber y refrescante. Envuelve delicadamente el paladar, es todo de encaje, elegancia esbelta y femenina.

Este vino está elaborado exclusivamente con Riesling procedentes de viñas propiedad de la bodega con una edad superior a los 30 años.

Extraordinario con pescados al horno o guisos de pescado, cocina asiática y quesos tiernos de leche cruda.

Un Grand Cru muy peculiar que merece ser descubierto.

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