La 6ª Sinfonía del Vino :: La Música del Vi

En mi agenda hay pocos acontecimientos relacionados del vino de obligatoria participación. La Música del Vi, celebrado por Vila Viniteca cada 2 años, está en ese “Top Five” de eventos con una excelente organización y renombradas bodegas que traen vinos que difícilmente llegarías a catar.

Ha sido mi segunda asistencia de manera consecutiva a un evento que dura un solo día, o digamos un día y medio (la celebración del Concurso de Cata de Parejas el día anterior te permite disfrutar de media jornada de “precalentamiento”). Por este simple motivo es sumamente aconsejable hacer un pequeño plan de “ataque”: qué vinos catar, siempre y cuando las bodegas participantes dispusieran de ellos. Aunque al final las sorpresas abundan y es cuando uno disfruta al máximo con las delicias que se van encontrando.

Hacer un resumen exhaustivo de La Música del Vi llenaría medio blog y nada mejor que hacer una mención de lo más destacado, ardua tarea que resulta casi imposible. Sin embargo, nada mejor que empezar con los vinos blancos, cavas y champagnes para ir calentando el paladar, en este sentido El Palomar 2008 (fresco y con mucho futuro), el Recaredo Brut de Brut 2001 (elegancia y soberbio), L’O de l’Origan Rosado (fresco y bien afrutado) y el Celler Batlle 2001 (excelencia y complejidad) son el preludio a este maravilloso festival.

El recorrido empieza y nada mejor que empezar a visitar las diferentes mesas de las bodegas presentes. Tengo que reconocer que inicialmente busqué las bodegas extranjeras, es una excelente ocasión para poder hablar directamente con ellos.

La presencia de la prestigiosa bodega Champagne Salon–Delamotte y bajo la batuta de Didier Depond (cercano a la gente, agradable y de muy buen trato) me permite descubrir la excelencia de su Salon Blanc de Blancs Brut 1997, un monovarietal de Chardonnay y de un solo pago que hace honor a la gran calidad de los Champagnes. Lo secundan el Delamotte Blanc de Blancs 1999, Delamotte Rosé y el Delamotte Brut, ambos sublimes y que contribuyen a descubrir nuevas sensaciones.

No muy lejos nos encontramos con Château Fuissé cuya reputación y calidad de sus vinos son innegables. Gracias a las excelentes explicaciones de Philip Tuinder sobre sus monovarietales de Chardonnay empezamos con un Saint Véran 2008, fresco, alegre y sabroso. El Tête de Cru 2007 destaca por sus notas cremosas y ligeros tostados. El Le Clos 2007 resulta equilibrado con notas cítricas maduras y una suave persistencia. Finalmente, el Vieilles Vignes 2007 muestra toda la madurez de los mejores viñedos de la bodega, excepcional.

¿Quién no conoce hoy en día los famosos Tokaji de Château Dereszla? Su mesa es de obligada parada y poder catar todos los vinos que Sylvie Lescure va sirviendo con paciencia y amabilidad. Es aconsejable empezar con un Tokaji Dry 2007 que nos muestra la frescura y calidad de sus viñedos. Luego ya viene el festival de Puttonyos (recordando que un Puttonyo es la cantidad de 25 kg de uva botririzada por barril de 136 litros) de sus Tojaki-Aszú empezando con la botella de 3 Puttonyos 2005, luego seguimos con el 5 Puttonyos 2003 y el 6 Puttonyos 2004; un verdadero festival de vinos equilibrados, dulces y de una sublime calidad. El momento culminante es el Eszcencia 2000 resultado de las mejores uvas de la bodega, sencillamente extraordinario.

La ruta sigue y Schloss Gobelsburg es la única bodega austríaca presente. Sus notables vinos son presentados por Eva Moosbrugger que explica con sumo detalle cada uno de ellos. Empezando por el más joven de la casa, el Riesling von Urgestein 2009 bien fresco y afrutado, le sigue un Riesling Heiligenstein 2008 algo complejo (inicialmente es bastante secante pero dulzón al final), el Riesling Tradition 2007 destaca la calidad y buena estructura de su varietal. Seguimos con el Grüner Veltliner Lössterrassen 2009 que sorprende su toque especiado y dulzón, el Grüner Veltliner Renner 2008 con elegantes notas florales y bien estructurado y, finalmente, el Grüner Veltliner Lamm 2008 con suaves tostados y notable frescura.

El siguiente salto es dirigirse a las bodegas alsacianas empezando por Domaine Zind-Humbrecht que cuenta con la estimada presencia de Olivier Humbrecht de reconocido renombre que cuida con esmero sus vinos. Nos presenta cinco de sus vinos: el Riesling Turckheim 2007, notable frescura y cremosidad, el Gewurztraminer Wintzenheim 2006, floral y buena estructura, el Goldert Muscat 2003, un Grand Cru finamente especiado y equilibrado, su famoso Rangen de Thann Clos Saint-Urbain 2007, soberbio y de excepcional calidad, y, finalmente, el Clos Jebsal Pinot Gris Selection de Grains Noble 2005 que hace honor al excelente trabajo de Olivier.

La segunda bodega alsaciana es Trimbach con notables ejemplos de la calidad de los vinos de la zona: el Gewurztraminer 2007, fresco y persistente, el Riesling 2007, seco y buena acidez, el Pinot Gris Réserve 2006, generoso y equilibrado, y su excelente Riesling Cuvée Frédéric Emile 2004, potente y elegante.

La región de Languedoc-Roussillon está bien representado con la extraordinaria bodega Le Clos des Fées que cuenta con la presencia de Claudine Bizeul. Ella misma nos explica con todo detalle sus originales vinos: Les Sorcières 2008, le falta botella pero con notable futuro, De battre mon coeur s’est arrêté 2008, la novedad de la bodega, Vieilles Vignes 2004, potente y maduro, Le Clos des Fées 2004, finamente especiado y equilibrado, La Petite Sibérie 2004, espléndido y sorprendente, y, finalmente, el Grenache Blanc Vieilles Vignes 2007, sabroso pero que necesita cierta estancia en botella.

Sin embargo, no sólo me han sorprendido las bodegas extranjeras, la presencia de bodegas nacionales es asombrosa. Mencionarlos todos es tarea imposible, pero destacarlos tampoco es una tarea nada fácil.

Del sur llegan el Lustau Rich Oloroso 1990, sublime crianza y extraordinaria elegancia; el Brandy Solera Gran Reserva Señor Lustau 1940, suave y cremoso; La Bota de Manzanilla Pasada Nº20 “Bota Punta” de la saca de enero de 2010, exquisito; y, para acabar, La Bota de Fino Nº18 “Macharnudo Alto” de la saca de diciembre de 2009, fino pero con carácter.

De la cercana comarca del Priorat siempre hay vinos que destacan y sorprenden como el Gratallops Partida Bellvisos 2006, mineral y carácter rústico, Clos Manyetes 2005, potente estructura y sabroso; y en menor medida el Laurel 2007 con un excelente futuro por delante.

Para acabar este largo relato haré especial mención al Ossian Capitel 2007, agradable y estructurado; Molino Real 2004, suave y delicado; Calvario 2006, sedoso y elegante; Aalto PS 2006, excepcional y con larga vida en botella; Finca Garbet 2004, la excelencia del Empordà; y mención final a Cámbrico Tempranilo 2007 con una insólita estructura y equilibrio.

El resultado de toda esta jornada y media se resume en unos 80 vinos catados que espero poder ir descubriendo posteriores añadas, o dentro de 2 años en la 7ª edición de este excepcional evento, pero esto ya es otra historia.

¡Saludos! 🙂